No cabe duda que Microsoft Teams está viviendo un momento dulce. Es indudable que es la niña de los ojos de Microsoft y muchos de los esfuerzos innovadores van dirigidos a enriquecer más esta herramienta que nació como una evolución de Skype y ya ha adquirido una dimensión totalmente nueva. Es un nuevo concepto de solución donde Microsoft no tiene rival, la integración. Como vimos en otro post, cada solución por si sola tal vez no sea la mejor del mercado, pero es tan fácil interactuar con ellas que hoy en día se nos hace muy difícil pensar que sólo hacemos una tarea en una área concreta en nuestra jornada laboral. Cada vez més, evolucionamos a realizar diferentes tareas con diferentes compañeros en diferentes areas. Ya no hay silos especialistas que no saben lo que hacen el resto. Las nuevas organizaciones son más colaborativas, más ágiles y la información fluye de otra manera. Por eso, herramientas como Microsoft Teams son ideales ya que son modulares y pueden llegar a ser transatlánticos para perfiles más exigentes o una lancha motora para perfiles que sólo necesitan una parte de su potencialidad. Podemos incorporar las aplicaciones que necesitemos, cuando veamos que tenemos esa necesidad. No están preinstaladas. Están ahí latentes a la espera que las descubras. Y una vez pasa esto, ocurre la magia.

 

Tocar el botón de aplicaciones que vemos en la parte inferior a la izquierda es un constante descubrimiento. El ritmo de publicación es tan alto que ni el propio Microsoft puede comunicar todas las aplicaciones nuevas que van apareciendo. Yo mismo que trabajo en un partner de Microsoft a veces descubro una nueva aplicación porque un compañero la ha descubierto primero y me «fuerza» a utilizarla porque él la utiliza y si vamos a realizar algo conjunto, aprovechar que existe esa solución y nos puede ayudar a hacerlo más ordenado. Y ahí está la clave de la adopción cada vez más rápida de Teams. No empezamos a utilizarla porque hemos visto un anuncio o nos lo ha propuesto nuestro proveedor de tecnología o nos lo ha «impuesto» (quería encontrar un eufemismo pero creo que hay que ir sin tapujos hoy en día) la dirección. Sino, todo lo contrario, un compañero de trabajo se convierte en un prescriptor del producto y ya sabemos todos la potencialidad de este canal de transmisión. Y voilà! Se produce de nuevo la magia.

Aconsejo ir entrando ya que cuando menos te los esperas aparece una nueva aplicación que puede que no cumpla al 100% lo que necesitas, pero es tan fácil empezar a utilizarla que vas a ser tu la próxima vez que aconsejes a tu compañero utilizar esa nueva aplicación. Y esto pasará por ejemplo con la aplicación Lists. Aparentemente parece una solución para la gestión de listas, como el nombre indica, pero es una mezcla entre Planner, To Do y Project. Pero para temas muy concretos y de seguimiento más regular. Abarcando menos que Project o Planner, que está pensado para proyectos más globales, sino tareas de seguimiento más livianas y con menos necesidad de información.

 

Al inicio podemos empezar de 0 o con plantillas que con unos clicks podemos tenerlo montado todo para utilizarla ya. Como os podéis imaginar, utilicé la plantilla de planificador de contenido. Y este post ya ha formado parte de mi nuevo Lists para planificar la publicación de nuestro blog. Como comentaba antes, puede que haya otra solución mejor, pero en un minuto ya la tenía en mi pestaña del equipo de Marketing y ya estaba planificando pudiendo poner responsables, plazos, temas, etc.

En el próximo post hablaré de más aplicaciones que me iré encontrando o alguna que otro compañero haya ido más rápido que yo.

 

Autor: David Bonet – Responsable de Marketing