5 argumentos financieros para cambiar Navision por Business Central SaaS

Mantener un CPD propio en la actualidad cuesta un 40% más que hace tres años solo en consumo energético y refrigeración, sin contar que un servidor local desactualizado es el vector de entrada del 70% de los ataques de ransomware exitosos en pymes industriales. La discusión sobre migrar de Microsoft Dynamics NAV (Navision) a Business Central ya no es tecnológica, es puramente financiera: cada día que pasas en on-premise, tu pasivo tecnológico aumenta y tu margen de maniobra se reduce.

Cuando analizamos el P&L de una compañía que mantiene infraestructura propia para su ERP, solemos encontrar una distorsión evidente en la partida de gastos generales de TI. El modelo tradicional de compra de licencias (perpetuas) y hardware genera una falsa sensación de «propiedad gratuita» una vez amortizado el activo. Sin embargo, la realidad operativa es que mantener un Navision 2013 o 2018 implica costes recurrentes de mantenimiento de servidores, renovación de garantías de hardware, licencias de SQL Server, sistemas de backup externalizados y, lo más doloroso, las horas de personal técnico dedicadas a asegurar que el sistema simplemente «funcione». Al pasar al modelo SaaS de Business Central, transformamos un CAPEX impredecible y con picos de inversión traumáticos en un OPEX lineal y predecible, eliminando de la ecuación la gestión del hardware y permitiendo que el equipo de TI se centre en aportar valor al negocio, no en parchear servidores.

La seguridad de la información tiene hoy un impacto directo en la cuenta de resultados que muchos directivos subestiman hasta que sufren una parada. Un entorno on-premise requiere una vigilancia proactiva 24/7 que muy pocas empresas pueden costear internamente. Al migrar a la nube de Microsoft, no solo alquilas software, sino que heredas una infraestructura de seguridad de clase empresarial (Tier-1) en Azure. Microsoft invierte más de 1.000 millones de dólares anuales en ciberseguridad, una cifra con la que ningún firewall local o política de seguridad interna puede competir. Financieramente, esto se traduce en una póliza de seguro implícita: el coste de recuperación ante desastres en un entorno local tras un ataque de ransomware suele implicar semanas de inactividad y pérdidas millonarias; en Business Central SaaS, la redundancia geográfica y las copias de seguridad automatizadas reducen el RTO (Recovery Time Objective) a minutos, minimizando el lucro cesante.

Otro punto de fuga financiera en las implantaciones antiguas de Navision es la «tasa de ineficiencia por desconexión». Las versiones legacy obligan a depender de configuraciones complejas de Terminal Services (RDS) o Citrix para accesos remotos, lo que añade una capa extra de licenciamiento y latencia. En un entorno comercial moderno, la incapacidad de aprobar un pedido de compra, consultar un stock en tiempo real o validar una factura desde un móvil o tablet sin conectarse a una VPN lenta se traduce en costes de oportunidad perdidos. Business Central elimina la necesidad de middleware de conexión remota; es nativo web y multidispositivo. Esto permite eliminar servidores de terminales y sus licencias asociadas, reduciendo la complejidad de la infraestructura y acelerando el ciclo de ventas y cobros al dotar a la fuerza de campo de datos en tiempo real.

Quizás el argumento financiero más contundente sea el fin del ciclo de «reimplantación traumática». Históricamente, las empresas amortizaban su ERP a 8 o 10 años porque el coste de migrar de versión era casi idéntico al de una implantación nueva. Esto generaba sistemas obsoletos, incompatibles con nuevas normativas (como la Ley Antifraude o TicketBAI) y aislados de otras herramientas como Power BI o CRM. Con el modelo Evergreen de Business Central, las actualizaciones son automáticas y continuas (dos major releases al año). Esto significa que el software nunca envejece. Financieramente, pasamos de tener que provisionar grandes sumas de capital cada lustro para un proyecto de riesgo, a un modelo de suscripción donde la innovación es constante y el coste de actualización técnica tiende a cero, manteniendo la competitividad de la empresa sin saltos tecnológicos abruptos.

  • Eliminación de costes ocultos: Hardware, electricidad, climatización, SAI, licencias de Windows Server y SQL Server.
  • Reducción de riesgo operativo: Seguridad gestionada por Microsoft, disaster recovery incluido y cumplimiento normativo automático.
  • Predictibilidad financiera: Coste por usuario/mes sin sorpresas ni grandes desembolsos de capital cada 5 años.

Si todavía estás calculando el ROI de la migración basándote únicamente en el precio de la licencia, estás mirando solo la punta del iceberg. En Olivia podemos ayudarte a realizar un análisis de TCO real, comparando tus costes actuales de infraestructura y mantenimiento frente al modelo de eficiencia de Business Central, para que tu decisión se base en datos financieros sólidos y no solo en tendencias tecnológicas.