Esta tarde he tenido una experiencia que necesito relatar.

Concretamente, estaba hablando con un cliente sobre nuestro reciente lanzamiento: OLIVIA EXPRESS.

Para él, que había vivido una implantación “a lo clásico”, era fácil entenderme. En su empresa anterior, había implantado un ERP conocido (me ahorraré tanto el nombre del cliente como el del ERP que había implantado). Entonces, él estaba convencido de que su empresa no tenía ninguna particularidad específica que le diferenciara de otra en su gestión. Evidentemente su empresa se diferenciaba de otra, pero era por su producto, por la calidad de este, y por el servicio que daban en la postventa.

Entendía perfectamente que había ERP’s con más o menos capacidad de análisis, o más o menos ágiles, y en este sentido, por ejemplo, estaba convencido de que un ERP/CRM de Microsoft tenía que ser más fácil de adoptar, porque enlazaba con toda la plataforma, y era muy intuitivo para cualquiera que hubiese utilizado alguna herramienta de Microsoft (¿Quién no?).

Lo él que no acababa de entender era que, en su caso, una empresa PYME sencilla, sin procesos especiales, y dispuesta a adaptarse al estándar, había tenido que pagar una factura importante para un largo proceso de definición de requerimientos, análisis, desarrollo, formación, etc… etc…

Cuando esta tarde hablaba con él, de repente me ha hecho una reflexión interesante, dentro de la confianza de la conversación:

  • Eso es lo que como cliente hubiera querido. Pero entonces, eso va en contra de vuestro negocio -me dijo-. ¡¡¡Vosotros vivís de los servicios!!!

¡Bingo, pensé para mis adentros!

Vamos por el buen camino. ¡El problema sería no haberlo sabido intuir, y no haber adaptado nuestro negocio, como hemos hecho nosotros con OLIVIA EXPRESS!.

Porque nuestro objetivo es dar al mercado lo que necesita. No es convencer al mercado de que necesita lo que tenemos. ¡Un matiz importante!

Porque con OLIVIA EXPRESS damos respuesta a un amplio sector del mercado que se puede permitir una implantación rápida y económica.

Mientras tanto, al mismo tiempo, seguimos haciendo implantaciones clásicas, cuando detectamos compañías con requerimientos específicos que precisan desarrollos personalizados. Porque eso sigue y seguirá existiendo, y porque sabemos hacerlo muy bien, también.